Capacidades para todo, credenciales ecologistas y disfrutar de una ciudad verde se ganan el voto de Arne.
Si le preguntas a Arne, él te dirá que es imperdonable no montar en bicicleta cuando vives en la ciudad con el cinturón verde más grande de Europa. Por si te lo estás preguntando, es Hamburgo. Arne estaba cansado del debate sobre el diésel y de la posición dominante de Alemania en la industria del automóvil. Este arquitecto ecologista, conocido por sus propiedades residenciales sostenibles y elegantes, indagó en el mercado en busca de una bici para todo. “Ahí es cuando llegué a la Alpenchallenge,” explica.



“Me ha tocado la fibra sensible, no puedo criticar su versatilidad y, por supuesto, su diseño me atrajo de inmediato. Me monto en ella y al cabo de nada ya estoy con un cliente o en el sitio deseado. Esos momentos sobre la bici también son impagables para mi mente, ya que me dan claridad para los proyectos. Diría que la perspectiva que tengo de los edificios y de los paisajes urbanos sobre dos ruedas también me ha ayudado mucho en mi trabajo”.
